
Si a un tejido clásico como un encaje damasco bordado con pedrería, le damos forma con un patrón sencillo y actual, de tintes 90`s, el resultado es Fitzgerald, un vestido de novia diferente.
Remata un largo midi, toda una declaración de principios.
Este vestido es una pieza única, lo adaptamos a tí con tus medidas. Podemos ajustarlo desde una talla 36 a una 40.
También podemos poner un forro en color blanco o maquillaje, depende del efecto que desees.